Este marco de trabajo está compuesto por un conjunto de prácticas terapéuticas que retan al modelo biomédico, capacitista, neuronormativo y patologizante, ya que se basan en la inclusión y la aceptación. Tiene una metodología anti-opresiva que se nutre de la conciencia y justicia social porque es creado por personas autistas.
Rechaza las prácticas y objetivos terapéuticos que inducen al trauma, masking, camuflaje, pérdida de autonomía y agencia personal. No busca “normalizar” a las personas ni que escondan su(s) neurodivergencia(s).